Torre, Museo, Iglesia

El conjunto arquitectónico Clérigos, considerado Monumento Nacional desde 1910, es por su Iglesia y su Torre, uno de los principales puntos de interés, y un lugar de visita obligatoria para todos los visitantes de Oporto.

La Iglesia y la Torre forman parte de una edificación del siglo XVIII, de inspiración barroca, que marcó la configuración urbana de la ciudad, localizada en una calle con un gran desnivel, pero ingeniosamente aprovechada por Nicolau Nasoni, que consiguió crear un edificio de referencia. La Iglesia y la Torre están unidas por la Casa de la Hermandad, que desde 2014, tras su museización, está abierta al público.

Torre

En 1753, a petición de la Hermandad de los Clérigos, el arquitecto italiano Nicolau Nasoni presentó el proyecto para una torre de la campana, y en 1754 se iniciaron las obras de la misma que se convirtió en la más hermosa y altanera Torre, dominando todo el paisaje urbano de Oporto. En julio de 1763, con la colocación de la cruz de hierro en la parte superior, y a imagen de San Pablo en el nicho sobre la puerta, se dio por finalizada su construcción.

Las características barrocas que la definen son la expresión máxima de la espectacularidad del barroco, donde los motivos típicos de este estilo, dan a la torre movimiento y belleza.

A más de 75 m de altura, después de subir 225 grados y llegar a la parte superior de la torre, la vista sobre la ciudad deslumbra. En una perspectiva de 360° el visitante puede disfrutar de un momento único, tanto de día como de noche, cuando en épocas especiales, la torre abre sus puertas hasta las 23:00h.

La Torre de los Clérigos es indiscutiblemente el símbolo de la ciudad y un excelente mirador sobre la misma.

Museo

El recorrido por la Casa de la Hermandad (1754-1758), donde se encuentra el Museo, ofrece un regreso al pasado, la experiencia de recorrer espacios que, en otros tiempos, fueron privados y destinados a la vida cotidiana de la Hermandad de los Clérigos.

Recorriendo la Casa del Despacho, la Sala del Cofre, el Escritorio y la antigua enfermería, se percibe que el Museo posee un acervo compuesto por bienes culturales de un valor artístico considerable, del siglo XIII al siglo XX, que se reparte entre las colecciones de escultura, pintura, mobiliario y orfebrería. Estos bienes son testigos de un patrimonio histórico y cultual, cuya función perdida en el paso del tiempo dio lugar a su museización.

La enfermería de la Hermandad de los Clérigos que funcionó hasta finales del siglo XIX dedicada al tratamiento de los clérigos enfermos, se convirtió en un espacio de exposición, y actualmente acoge la colección Christus. Esta exposición, concebida a partir de la donación de una colección por parte de un coleccionista particular, revela la pasión por el coleccionismo, y cuenta una historia complementada con objetos que en su momento fueron de devoción, considerados hoy legados culturales de interés. Se trata de piezas de escultura de culto, pintura y orfebrería que enaltecen el encuentro del arte con la fe.

La exposición, dividida en tres salas – Núcleo de la Pasión, Viaje de las Formas e Imágenes de Cristo – invita a un viaje por el tiempo y por el espacio, por la imagen y por la devoción.

Iglesia

La donación de un terreno, situado en Campo do Olival, en la época el terreno más grande de Oporto, permitió que la Hermandad de los Clérigos construyera su propia iglesia.

El proyecto de la Iglesia de los Clérigos, de Nicolau Nasoni, fue aprobado en la reunión de la Hermandad de los Clérigos, en diciembre de 1731. Las obras comenzaron en abril de 1732, con la apertura de los cimientos, iniciándose así la construcción de aquello que se convirtió en la primera iglesia en Portugal con una planta en forma de elipsis. Y no solamente. La galería que rodea toda la nave, permitiendo observar la iglesia en su conjunto, es otra característica singular de este templo. Los diferentes ventanales existentes permiten la entrada de luz, que realza el esplendor de la talla dorada, existente en la iglesia, creando un hermoso juego de colores con el mármol.

La cúpula ostenta el blasón de armas de la Hermandad de los Clérigos, en granito fingido, y se apoya en seis pilastras, destacando dos púlpitos y dos rejas los ejemplares más antiguos de talla dorada en la iglesia, y se abren cuatro altares laterales: el del Santísimo Sacramento, Nuestra Señora de los Dolores, San Emidio y Santa Ana.

Diecisiete años después, en 1749, la edificación de la iglesia se consideró finalizada, pero su equipamiento y más tarde la ampliación de la capilla prolongaron unos años más las obras en la iglesia.

En el fondo, la espaciosa capilla mayor de forma rectangular oblonga, más larga que ancha, se embellece con un altar de mármol y un retablo de inspiración rococó,  obra de Manuel dos Santos Porto, en el cual predomina un trono coronado por la imagen de la patrona, Nuestra Señora de la Asunción. En los flancos del retablo destacan los co-patrones de la Hermandad de los Clérigos, San Pedro ad Vincula y San Felipe Neri, dos esculturas de madera pintadas.

La capilla mayor está flanqueada por la sillería del coro y por los dos órganos de tubos ibéricos o "a la portuguesa", cuya construcción se inició simultáneamente en el año 1774. La sillería del coro se concluiría en 1777 y los órganos sólo dos años después.